Empecé el día leyendo un libro que mantuvo ocupada por una hora mas o menos... hasta que la amada Pamela se apareció y empezó a instruirse en la ciencia de como presentarse a una entrevista y me distrajeron un poco sus carcajadas. Luego llegó Gaby quien pacientemente nos observó a ambas sumergidas en un mundo totalmente diferente y debo admitir que el libro hizo ausentarme de la realidad por ese breve momento, ya que mencionaba como un hombre luchó contra todos los estatutos y estereotipos sociales establecidos para lograr alcanzar su sueño, no importando las críticas humanas, tanto de las propias como las de los demás. En fin, los minutos pasaron tan rápido esta vez que de un momento a otro de las 6:30 am ya me encontraba a las 7:50 am del día.
Y entonces empezamos!... a enloquecer hahaha, no, pero casi. Para ser honesta ni recuerdo que hicimos en toda la mañana, solamente se que fuimos en busca de Beto, que por cierto lo encontramos tomando uno de los descansos mas gratos que he visto en un animal y al parecer, nuestro pequeño, peludo y negro amigo se ha enamorado de Gaby.... pero lo lamentamos por Beto, porque Gaby está comprometida... lástima, talvez con Pamela. Le preguntaré mañana.
Después no tengo la menor idea de que hicimos y por eso me saltaré a la parte mas placentera del día de hoy, la hora de almuerzo, ya que no solo tuvimos comida muy buena sino que disfrutamos de uno de los placeres mas agradables.... si, la siesta.....uffff dormimos tanto que la Pame babeando se levantó hahaha, bueno en realidad no lo sé porque yo fui la última en tomar consciencia de la realidad. Nuestro día no tuvo muchas aventuras exceptuando que cada vez que se asoman los primeros minutos que han pasado a ser parte del pasado después del timbre de las cuatro, nuestros corazones se llenan de una alegría tan inexplicable, que la única manera que encuentro para describirla es como la de un niño que acaba de recibir el juguete que ha deseado tener desde el momento en que lo vió en el mostrador.... pero por que tanta alegría? hahaha pues... digamos que a veces nuestro futuro es incierto y la aventura espera literalmente a la vuelta de la esquina... hoy por lo menos sabíamos que parte de ese futuro era nuestra piel se uniera con las frías gotas de agua que el cielo había dejado descender para proveer al suelo del planeta un poco de frescura y a nosotras un poco de ...... (uds deciden)
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