sábado, 14 de diciembre de 2013

Regalar tiempo es regalar vida

La sonrisa de esos niños a los que todos hemos visto, pero nunca hemos parado realmente a reconocer y aceptar que también son humanos, niños que el entorno en el que viven les hace demostrar mucho amor a quien se lo merece pero que también son capaces de sentir un nivel de odio amenazando con matar a quienes los tratan como la basura de la sociedad y a pesar de que suena muy fuerte la expresión, del 100% de los guatemaltecos, será tal vez el 1% que se toma el tiempo y la libertad de dedicar sus vidas a lo que muchos llamaran "causa perdida" porque la mayoría voltearemos la mirada y evitaremos pensar que son reales.

Hemos olvidado que hay algo más  en esta vida que vale la pena, algo más importante que lo que tenemos y lo que podemos llegar a comprar, hemos olvidado que todo lo que ha llegado a nuestras manos no debería quedarse en ellas.


Hoy una niña de la calle se acercó a mí y me ofreció la típica tarjeta de amor, que yo en lo personal las detesto; casi nunca les compró por las razones que muchos tendemos a dar -ese dinero ni es para ellos- -el dinero lo va ir a gastar en pegamento- -los papás son haraganes y mandan a sus hijos- -lo mejor es darles algo de comer, pero hoy no traigo-. en fin......Pero hay días como hoy que con las ocurrencias de la niña me sacó un sonrisa antes de poder decirle no, así que por la módica cantidad de Q2.00 compré una tarjeta de la amistad, me gané una sonrisa y aparte la niña me dijo al final: "esto es por haber comprado"...

Extendió su mano con una bolsa llena de anillos de plástico y me dijo "uno rosado le queda bien"

No tenía porque hacerlo, pero lo hace. Al oírla hablar con uno de sus compañeros de la calle, que también es un niño, hablaron de cuanto dinero tenían ahorrado; el niño para ayudar a su mamá a comprar una pierna para navidad y la niña para comprar tamales. Sé que ellos pueden ser la excepción a la regla, pero si así es, solo existe una razón y es que personas han regalado su tiempo para dar un poco de luz en sus vidas y gracias a Dios por ellas. Pero hay muchos más que probablemente sí usaran el dinero para pegamento, el dinero sí será para los padres, los padres sí son haraganes pero son niños y talvéz no sea prudente darles dinero, pero entonces cambiemos nosotros y demos algo diferente.

Fue impresionante que la niña me dió una muestra de agradecimiento por haberla escuchado y haberle comprado.  Me dió una lección, me recordó que ellos sí existen y están allá afuera, pero que no son enemigos, sino que solamente son niños  moldeados por una sociedad marginalista. 

"Mostrar amor es un cambio interno"








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